Restaurante y Establecimiento en Ciudad de México
La Salamandra es un restaurante un establecimiento ubicado en Ciudad de México.
Con una calificación de 4.2/5 basada en 445 opiniones, somos uno de los establecimientos mejor valorados de la zona.
**ANÁLISIS DEL RESTAURANT LA SALAMANDRA**
1. **Presentación**
El restaurante La Salamandra es un establecimiento operacional que ha recibido una calificación de 4.2/5 basada en 445 reseñas. Se destaca por ofrecer una carta espectacular con productos de alta calidad, destacando platos como el pulpo a la brasa y la carne. Además, se menciona un ambiente agradable y música atractiva que complementa la experiencia gastronómica.
2. **Servicios Relevantes**
3. **Opiniones**
4. **Recomendaciones**
5. **Conclusión**
En general, el restaurante La Salamandra ha logrado construir una buena reputación en base a la calidad de sus productos, el ambiente agradable y el servicio amable. Sin embargo, existen áreas de mejora importantes, como el tamaño de las porciones y la velocidad del servicio, que podrían potenciar la experiencia del cliente y elevar aún más su calificación. Se recomienda mantener el enfoque en la excelencia gastronómica y en la atención al cliente para seguir destacando en el competitivo mercado de restaurantes.
Este análisis fue generado mediante inteligencia artificial que evaluó opiniones, servicios y características del establecimiento para ofrecerte una visión objetiva y completa.
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Vinimos hoy a este lugar porque nos llamó la atención desde afuera, y porque vimos una promoción de cervezas, por lo que decidimos entrar. Eran las 8:00 en punto y el lugar dice que cierra a las 10:00, por lo que pensamos que sería una buena opción para cenar también. Llega una mesera y amablemente nos comenta que cerraban la cocina a las 9:15 y c cerraban cuentas 9:30. Para que unos minutos después viniera otra persona a decirnos que si íbamos a ordenar algo porque cerraban 8:15 cocina y 8:30 cuentas, para esto ya eran las 8:13, entonces ya no podríamos cenar, por lo que no ordenamos nada, solo pedimos un par de cervezas y pagamos la cuenta. 2 minutos después llega otra pareja para que la misma mesera que nos dijo que ya iban a cerrar, les ofreciera la carta y dijera "cerramos 9:15 cocina" y pidieran de cenar. La verdad se me hace una falta de respeto y empatía querer cerrar antes cuando hay clientes que vienen a probar y consumir. El lugar es muy bonito para la mala atención que te dan. Por este inconveniente, no lo recomiendo ni volvería.
Aún no me quito el mal sabor de boca que este lugar me trajo. El servicio es super lento, a pesar de que el lugar estaba vacío tardaron 50 minutos en servirme mi pizza, el que sabe comer sabe esperar por lo tanto esperaba una buena pizza margarita hasta que vi lo que me trajeron que ni albahaca tenía, de verdad el sabor era de lo peor. Para el flan a pesar de que lo había pedido junto con la pizza otros 20 minutos aproximadamente tardaron y ese si estaba bueno la verdad. Los puntos buenos son que las empleadas siempre fueron respetuosas y no te piden propina y que tienen enchufes cerca en las mesas pero eso no quita que es la peor pizza que en mi vida he probado.
El ambiente del restaurante es tranquilo y acogedor, ideal para disfrutar de una comida sin prisa. El servicio es amable y atento, lo que hace que la experiencia agradable. En cuanto a la comida, las porciones pueden parecer pequeñas a simple vista, pero en realidad son perfectas ya que te dejan satisfecho. Probé el ribeye y la picaña, ambos jugosos y con sabor. Aunque pedí el ribeye en término medio, llegó un poco más cocido (término 3/4), pero seguía estando jugoso. La picaña también vale totalmente la pena, al igual que el resto de los platillos. La pasta es rica, la sopa de tortilla tiene muy buen sabor y la hamburguesa de pollo estaba jugosa. Para acompañar la carne, la papa al horno es una excelente opción. Sin embargo, la pizza, aunque no es mala, no la recomendaría al 100%. Los platillos en general están muy bien condimentados y equilibrados en sabor. Las bebidas son ricas y complementan bien la comida. Además, los precios son accesibles y buenos para la calidad que ofrecen. Si hay algo que podría mejorar, sería la presentación de los platillos, pero esto es un detalle menor considerando la buena calidad de la comida. En definitiva, es un lugar que vale la pena visitar.
Buscábamos algo para platicar y tomarnos unas cervezas y algo al centro y tal vez este no fue el lugar ideal, sin embargo es tranquilo y agradable. La decoración está bonita y el chico estuvo muy al pendiente del servicio.
La carta es espectacular, tienen muy buena calidad en los productos. El pulpo a la brasa y la carne es una delicia. Los tintos de verano son imperdibles, muy buen precio. Música y ambiente increíble. 100% recomendable.
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