Restaurante y Establecimiento en Ciudad de México
LagoAlgo es un restaurante un establecimiento ubicado en Ciudad de México.
Con una calificación de 4.4/5 basada en 8777 opiniones, somos uno de los establecimientos mejor valorados de la zona.
Ubicado en Bosque de Chapultepec, LagoAlgo es un restaurante con una calificación promedio de 3/5 basada en 5 reseñas. Se clasifica como un establecimiento de nivel de precios caro.
LagoAlgo ofrece un ambiente artístico, vistas espectaculares del lago de Chapultepec, estacionamiento, y personal amable.
1. Visita en horarios tranquilos para disfrutar mejor del ambiente.
2. Considera reservar con anticipación para evitar problemas de atención.
3. Explora opciones vegetarianas/veganas en el menú si sigues una dieta específica.
4. Da prioridad a la exposición artística si es un aspecto que te interesa.
5. Verifica con antelación el estado operativo del restaurante para evitar inconvenientes.
LagoAlgo destaca por su ambiente artístico y vistas impresionantes, siendo un lugar emblemático en la CDMX. Sin embargo, se observan oportunidades de mejora en el servicio y la calidad de la comida, aspectos que podrían elevar la experiencia del cliente. Se recomienda planificar la visita considerando los consejos mencionados para disfrutar al máximo de este espacio.
Este análisis fue generado mediante inteligencia artificial que evaluó opiniones, servicios y características del establecimiento para ofrecerte una visión objetiva y completa.
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Amplia carta de vinos.
Es un lugar con una vista espectacular del lago de Chapultepec, además el restaurante tiene una vibra muy linda. La comida es mexicana contemporánea y vale la pena aventase a probar los platillos, el carpaccio de betabel está delicioso! La atención en el lugar es buena, pero creo que no se dan abasto.
LagoAlgo es un espacio artístico hermoso. Nosotros fuimos a ver la exposición de Jonah Freeman y cumplió todas nuestras expectativas. El lugar es pequeño y depende de la exposición actual si pueder visitar otras areas del lugar, como la obra de James Turrel. En general, un lugar muy ameno y romántico, sin duda vale la pena visitarlo de vez en cuando.
Quiero compartir mi experiencia reciente en este restaurante. Desafortunadamente, tuvimos un trato muy poco profesional por parte de un mesero llamado Yair. Fue grosero y despectivo en varias ocasiones. Incluso, al pedirle algo tan simple como sal, hizo un comentario a otro compañero insinuando que podíamos “esperar”. Me parece importante señalar esto para que la administración tome medidas y los clientes futuros estén informados. Ojalá mejoren el servicio, porque la calidad de la Comida es excelente y se ve opacado por esta situación
La decepción me sorprendió desde la llegada, deprimente, descuidado, la atención de la hostess muy pobre, sin la menor intención de ser amable, el lugar descuidado, común, simple, ni la vista del lago logró mejorar el ambiente, los menús de cartón reciclado, pocos platillos de pequeñas caras porciones, no pedí bebida ni postre por obvias razones, la sopa de frijol estaba fría totalmente fría, si buscas un lugar elegante de buen gusto para agasajar a alguien definitivamente este NO es ese lugar, sólo se quedó con la buena fama y se ha convertido en la idea de personas intentando ser originales e innovadores que no te ofrecen ninguna comodidad ni buena experiencia más que simplemente ser un restaurante más de comida común etiquetada como gourmet con nombres llamativos y sazón común, nada que rescatar de aquel llamado restaurante del lago cuando fue sinónimo de lujo, elegancia y buen gusto. Absolutamente nada recomendable y afortunadamente no tendré que pasar por esta triste experiencia nunca más.
El restaurante es un lugar emblemático de la CDMX. Muy bonito con buen estacionamiento y personal amable desde el Valet parking. Nos dieron una buena mesa en el ventanal con muy buena vista. El mesero muy atento al principio, luego nos abandonó jaja. El pan de dulce muy bueno pero los chilaquiles nos los dieron fríos, de buen aspecto pero sin mucho sabor. A las mimosas les faltó más champagne. El café regular, amargo y frío. El ambiente del restaurante muy bueno, con buena música a buen volumen, los baños excelentes y con estilo, y la zona de terraza muy bonita. Insisto, todo bonito pero la comida no bien. El museo no estaba en operación. En el Valet parking solo se da propina. A pesar de la comida seguro regresaremos por el lugar y por la vista y ambiente.
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