Restaurante y Establecimiento en Ciudad de México
Fonda Fina es un restaurante un establecimiento ubicado en Ciudad de México.
Con una calificación de 4.4/5 basada en 1470 opiniones, somos uno de los establecimientos mejor valorados de la zona.
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La comida muy rica! Pedimos los sopes de pork belly, el fideo con chilaquiles, molotes de plátano macho, peneques, tamal rojo de champiñones, ribeye, tarta de chocolate con mole y quesadillas de hongos las cuales honestamente no me parecieron nada para repetir. El servicio bueno aunque un poco lento, pero siempre muy amables! Tocara regresar a seguir probando los demás platillos que se leen y ven muy prometedores.
Simple Tradition in Roma Fonda Fina, in the heart of Mexico City’s Roma district, is a study in wood—walls, chairs, even menus tied together in a rustic embrace. Service is attentive, never overbearing. Complimentary chips and salsas were underwhelming, but the guacamole more than compensated: chunky, creamy, bright with lime, and served with corn tortillas so delicious we ordered an extra round, despite the stingy three-per-order. The suadero tacos, four to an order, were the undisputed star. Served piping hot with a smoky salsa on the side, they showcased meat both juicy and flavorful, the salsa layering on a subtle charred complexity. Tlacoyos de birria, also served in fours, offered hearty masa and decent filling, though the meat fell short on succulence. The red mushroom tamal, paired with a tomato-chile sauce, was the weakest link. The sauce dominated the dish, muting the mushrooms, whose “gourmet” touch clashed with the humble, comforting spirit expected of a tamal. Even with a few misses, the meal’s highs outweighed its lows. Fonda Fina blends tradition and refinement into a dining experience that feels both rooted and modern—a place to which one gladly returns. #MexicoCityEats #RomaDining #FondaFina ⸻ Tradición Sencilla en la Roma Fonda Fina, en plena colonia Roma, envuelve a sus visitantes en un universo de madera: muros, sillas y menús en perfecta armonía rústica. El servicio es atento y preciso. Los chips con salsas no convencieron, pero el guacamole lo rescató todo: fresco, con trozos, ácido en su punto, acompañado de tortillas de maíz tan sabrosas que pedimos más, aunque solo sirvan tres por orden. Los tacos de suadero, cuatro por porción, fueron el plato estelar: carne jugosa y sabrosa, servida bien caliente, con salsa ahumada que añadió un matiz tostado y elegante. Los tlacoyos de birria, también en cuatro piezas, destacaron por la masa gruesa, pero la carne careció de jugosidad. El tamal rojo de hongos, con salsa de jitomate y chile, fue lo menos logrado: la salsa opacó el sabor, y los hongos, demasiado “gourmet,” desentonaron con la sencillez que se espera de un buen tamal. Con aciertos mayores que tropiezos, Fonda Fina ofrece una cocina cálida y refinada, que combina tradición con un aire contemporáneo, y merece volver. #SaboresCDMX #RomaGastronómica #FondaFina
100% regresaré a este lugar. Es muy rico, el servicio es muy amable y rápido. Una opción fácil, con platillos caseros llevados a otro nivel.
Este es uno de los restaurantes de comida mexicana más ricos de la ciudad. No por nada lleva abierto 10 años. Me gusta que el ambiente está muy alineado con lo tradicional pero incorpora elementos un poco más contemporáneos. La música es mariachi, pero covers de canciones pop y rock muy bien hechos. En cuanto a la comida, todo sabe a casa de la abuela, como debe ser en un buen lugar de comida mexicana. Para empezar, un guacamole con chicharrón seguido de los sopes de pork belly (generosos y bien caramelizados) y los molotes con mole, perfecta combinación de consistencia y sabor. Para el plato fuerte los clásicos de un hogar: milanesa de pollo o albóndigas. Se puede acompañar con frijoles y las albóndigas vienen con arroz blanco. De postre unos churros. No son los clásicos. Estos están enrollados, espolvoreados con azúcar y colores y acompañados de helado y lechera para dipear. Las aguas del día son muy buenas. A mí me tocó una de piña y coco deliciosa y fresca. El servicio muy bueno. Volveré.
No recomiendo el lugar, la comida no es mala pero las porciones no son equivalentes al precio y el servicio no lo vale tampoco. El sabor de la comida está bien pero o el menú te miente o el mesero. Por ejemplo pedí unas enchiladas y en la carta decía 4 y cuando recibí mi plato era dos partidas a la mitad, deberían ser honestos con lo que ofrecen y no tratar de engañar al cliente. También en el menú dice que elijas una opción del número 1 (plato fuerte) otra opción del número 2 (guarnición) y otra del número 3 (salsa) y cuando yo pedí lo que se dice en el menú el mesero insistía en que eso no se podía hacer, tuve que insistir muchísimo para que respetara lo que estaba bastante claro en el menú, y fue demasiado molesto.
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