Establecimiento en Acapulco de Juárez
Hotel Las Brisas Acapulco es un establecimiento ubicado en Acapulco de Juárez.
Con una calificación de 4.6/5 basada en 3651 opiniones, somos uno de los establecimientos mejor valorados de la zona.
Instalaciones adaptadas para personas con movilidad reducida.
Alojamiento cómodo para tus viajes y estancias.
Aun sigo aqui pase una semana y.la.verdad respetando.las.opinionrs.de los demas huespedes que.han.estado.aqui, la.comida X aparte carisima; reserve aqui tomamdo en consideracion muchisimas opiniones y varios post que vi.en.you tube, pero nada como venir esto se.encuentra.en.uno de los mejores.residenciales que.hay en la.zona.pero el trato.del.hotel fatal.en.el.club.de.playa.bastante.sucio.descuidado atencion pésima de algunos meseros un chico daniel.tardo.horas en traernos los.alimentos bebidas y vuando.fui.a.pagar el.descaro.de preguntar si no iba a ahregar propina. El sistema de transporte dentro del.hotel malo tambien tardan horas en venir por uno y traerlo siendo.que hay muchos jeep deambulando por ahi sin nada que hacer imagino que es la.mala organizacion de administración eso entre otros aspectos del trato que para ser un "supuesto hotel 5 estrellas esta fatal. Yo en lo personal no regresaria con mi familia. dejo constancia que independiente de todo esto el sr Irving nos dio un super trato es lo unico rescatable del hotel. Gracias Irving🙏 desde que llegamos los.botes.de.jabon.y acondicionador estuvieron vacios, hablamos en dos.ocacionea y tardaban demasiado en venir solo una vez atendieron mi llamado y justo me.estaba bañando , ya no regresaron. Las instalaciones.no son de un hotel 5 estrellas y los carritos solo sirven para pasear a sus empleados. La palabra resumiendo es que son Clasistas a los extranjeros todo muy bien y no se a los demas pero ni en una semana ni ayer que salimos nos preguntaron si todo estaba bien. Ni modo que decepcion. Como dije no regresaria jamas con la familia
Lugar bonito, vistas espectaculares sin embargo el servicio fue un tanto desdeñable. Comenzando con la espera de más de 30 minutos para poder ocupar la habitación ya que no había personal que te lleve, aún cuando uno puede llegar sin necesidad de este "servicio". El baño expide un olor fétido qué no deja disfrutar al 100 la estancia. Lo más decepcionante de todo fue que reserve con desayuno incluido y en ningún momento indican que existen 3 tipos de desayuno hasta que ya estás en el restaurante y pues tienes que pagar ya que según ellos el desayuno incluido es un pan y café que te llevan a la habitación, aún cuando les mostré el cupón de reserva donde se indica dicho "beneficio" incluido (que obviamente carga al costo final de la habitación) indican que lo verán con el gerente para concluir que ese desayuno en efecto solo es el pan y café. Por el precio hay otras opciones donde ya me he hospedado y tanto el servicio como las reglas son claras desde el momento de generar la reserva. Para esas vistas puedes ir a los restaurantes aledaños sin necesidad de pasar por todo lo comentado. ¡¡No recomiendo!!
Superó todas mis expectativas. Nos hospedamos 3 noches, absolutamente todo fantástico. El personal es muy amable y las instalaciones de lujo. Volveremos.
Una promesa de juventud cumplida… En los años 80, siendo apenas un adolescente, tuve la osadía de escaparme de casa y sobrevivir un tiempo en las calles de Acapulco. Gracias a pequeños trabajos, como ser ayudante de un guía de turistas, conocí muchas caras del puerto. Una tarde, acompañando a unos turistas, entré por primera vez a una de las casas de este icónico hotel: Las Brisas. Recuerdo quedarme asombrado por la atención y la imponente vista a la bahía. Siendo un simple mocoso, me prometí que algún día regresaría… como huésped. Pasaron los años. He venido a Acapulco decenas de veces —por trabajo o por diversión— hospedándome siempre en hoteles de la costera, sin acordarme a cumplir aquella promesa. Hoy, siendo exitoso y trabajando en la producción de noticias para TelevisaUnivisión, y después de más de una década sin pisar Acapulco, decidí hacerlo: busqué en mi laptop, reservé mi habitación, y llegué manejando un auto discreto, entendiendo la situación de seguridad actual. Desde el primer momento, la recepción fue ágil y cordial. Inicialmente me asignaron una habitación hermosa, con alberca privada, pero con vista al mar (yo deseaba vista a la bahía). Después de un pequeño desencanto en el restaurante La Concha —largas esperas y falta de personal visible—, reflexioné que, aunque las instalaciones eran magníficas, el servicio no estaba a la altura del legado de Las Brisas. Y entonces ocurrió algo que marcó la diferencia: Durante el desayuno, el Gerente General Pompeyo Saldaña se acercó personalmente, me ofreció una disculpa seria y sincera, y se mostró genuinamente interesado en mejorar mi experiencia. Un gesto que no todos los líderes tienen la capacidad o la humildad de hacer y mas con un total desconocido para él. No solo escucharon mis comentarios, sino que me asignaron una nueva habitación con vista a la bahía, cumpliendo aquel viejo sueño de juventud. Y desde ese momento, el servicio cambió radicalmente: la atención fue impecable, cada detalle cuidado. Me trataron como un huesped debe ser atendido en "Las Brisas" Las Brisas no solo es un hotel con historia, es un símbolo de lo que Acapulco representa: lujo, hospitalidad, belleza natural y, sobre todo, la capacidad de reinventarse. Gracias, Las Brisas, por permitirme cumplir y superar una promesa hecha hace tantos años. Sin duda, volveré pronto.
Desde que llegas te dan margaritas de cortesía en lo que esperas tener acceso a tu habitación (3pm). Te llevan y traen a tu habitación o al comedor o al lobby en sus jeeps, altamente recomendable ir en auto para que te sea fácil salir a cenar a restaurantes, su comida es normal pero muy cara así que de preferencia come y cena en otro lugar. El personal es muy amable, las vistas increíbles, lo que más nos gustó fue la tranquilidad y privacidad que no tendrás en otros hoteles. Tener acceso a su club de playa es lo mejor. Volveremos sin duda.